Carta de Presentación

  • Imprimir

De Labañou a Vilcabamba

Un proyecto de hermanamiento entre dos pueblos

Cuando los conquistadores españoles en 1572 tomaron Vilcabamba la Grande, la última capital del imperio Inca, donde se refugiaba el Inca Tupac Amaru, se encontraron una ciudad en llamas. Terminaba así la feroz resistencia de los incas rebeldes de Vilcabamba. Una nueva sociedad, producto del choque de la cultura quechua y la española, sustituyó al imperio Inca.

Trescientos años después, la ciudad mítica de Vilcabamba, la ciudad perdida, comenzó a ser buscada sin éxito por exploradores de todo el mundo. El emplazamiento del lugar donde vivieron los últimos incas rebeldes, con todos sus secretos, y quizás sus tesoros, fue ocultado al mundo y a la historia por la maleza y la Pachamama, la madre tierra.

Se le han adjudicado muchos lugares, Machu Pichu fue una candidata, también la ciudadela de Vitcos, Espíritu Pampa..., pero hasta el momento todas fueron falsas ilusiones.

La aparición de un documento de un cronista de la conquista del Perú, Juan de Betanzos, abrió nuevas pistas para la definitiva localización de Vilcabamba la Grande.

Los coruñeses Santiago del Valle, periodista, y el médico Xosé Anxo Vidal comenzaron, en 1997, la apasionante aventura de la búsqueda de la ciudad perdida.

Al tiempo que sus expediciones por esta inhóspita sierra de Vilcabamba iba acercándoles cada año un poco más al objetivo, también les acercó a aquel pueblo quechua, tan acogedor, que se encuentra ahora en una trágica situación de pobreza.

Los descendientes del orgulloso pueblo inca se encuentran ahora olvidados del mundo, sobreviviendo apegados a la tierra, luchando contra los elementos y la miseria.

Incomunicados/as, sin agua potable, sin teléfono, con una única pista de tierra de 100 kilómetros para un distrito con una superficie similar a la mitad de la provincia de Pontevedra. Su impresionante paisaje y su calidad de vida nos recuerdan a la sierra de Los Ancares, en nuestra Galicia de hace 80 años.

Ya en A Coruña, a finales del año 1998, en el barrio de Labañou, se concreta la idea de un hermanamiento ciudadano con aquel pueblo de los andes peruanos.

La ciudadanía y profesionales del barrio deciden embarcarse en un proyecto que permitía concretar las ideas solidarias que llevan dentro. Nació así un proyecto ciudadano, abierto y participativo, que enseguida tuvo respuesta en un barrio, donde desde hace 20 años se vive una muy interesante experiencia de desarrollo y participación comunitaria, el llamado Plan Comunitario del distrito Quinto.

La idea central consiste en promover un hermanamiento entre la ciudadanía de los dos pueblos en una doble dirección:

  1. En Vilcabamba se trata de facilitar un cambio, un despertar, un impulso a los vilcabambinos/as más inquietos y activas, para desencadenar un proceso de desarrollo protagonizado por la comunidad, respetuoso con el medio ambiente y con su cultura. En ese proceso, nosotros somos sus socios y socias, sus colaboradores. Sus problemas marcan nuestros objetivos de trabajo.
  2. En A Coruña, en Labañou, también somos beneficiarios del proyecto. Nos ayuda a recuperar valores como la solidaridad, la paz, el respeto por la diferencia, y lo hacemos en lo concreto. Conocer y aprender de aquel pueblo nos sitúa de nuevo en el mundo, nos recuerda quienes somos y nos enseña a ver mejor nuestros defectos y problemas.
    Niños y niñas de los colegios de Labañou, jóvenes, mujeres, comerciantes, profesionales y ciudadanía en general del barrio de Labañou y de la ciudad de A Coruña conocen y participan del proyecto.

Han pasado ya doce años, muchas expediciones a Vilcabamba, y el proyecto de hermanamiento ha ido creciendo y dándose a conocer.

De unos objetivos muy centrados en la atención Primaria de Salud se ha ido pasando a un Plan de desarrollo comunitario en el distrito de Vilcabamba. Se ha constituido un Grupo Generador de Avance Distrital (GGAD) por los propios vilcabambinos/as y varias asociaciones de mujeres y jóvenes que, junto a las organizaciones campesinas ya existentes, alguno docente y/o personal sanitario, comienzan a protagonizar un proceso colectivo que les permita enfrentar sus problemas y dar un salto adelante.

Se trata de un proceso lento donde se van implicando los y las líderes formales e informales del distrito de Vilcabamba, del barrio de Labañou, donde una constituida ONG de carácter ciudadano, Labañou Solidaria, colabora con diversos proyectos y programas.

Estos programas y actividades, que vienen ampliamente reflejadas en esta página Web, tienen que ver con la Atención Primaria de Salud, educación y cultura, desarrollo económico y dinamización social.

También aparecen muy bien reflejadas en los dos documentales que la productora IJV realizó en los años 2000 y 2002.

A este lado del Atlántico, a primeros de julio, el vecindario de Labañou hace una sardiñada para conseguir dinero para el proyecto. Se venden camisetas, ropa de 2ª mano.... Se organizan cenas-baile, conciertos, etc.

Por todos lados surgen colaboradores y colaboradoras, amistades que arriman el hombro y el bolsillo, y se sienten partícipes del proyecto.

Todos los años, en un acto público se informa de los viajes, se rinden cuentas, se presentan imágenes, se da a conocer el proyecto.

Somos la primera y única ONG que ha llegado al distrito de Vilcabamba. Ya han estado en Vilcabamba muchas personas en estos doce años. Siempre va gente nueva con personas veteranas, porque si has estado allí te quedas enganchado para siempre.

El proyecto de hermanamiento Labañou – Vilcabamba está vivo, crece y se consolida día a día. Ya dispone de una ONG, Labañou Solidaria, con 150 socios, un local cedido por la Asociación de Vecinos de Labañou, el apoyo de la Asociación Comunitaria del Distrito Quinto y muchos/as amigos y amigas que colaboran en el Proyecto.

Ya tenemos una casa en Vilcabamba (la Casa Labañou), y una presencia e influencia muy importante entre la población.

Estamos promoviendo desde 2005 Vilcabamba como destino turístico. La comunidad ofrece un turismo para los no turistas, para los que quieran integrarse en el terreno, vivir la naturaleza y conocer los pueblos sin tapujos, respetando el medio ambiente y generando riqueza.

Facilitamos desde 2008 pequeñas iniciativas empresariales a partir de las ideas de mujeres vilcabambinas, mediante un Fondo de microcréditos.

En el año 2011 comenzamos un Proyecto de Comercio Justo en el valle de San Miguel, un valle muy lejano e incomunicado del distrito de Vilcabamba a 1.500 m de altitud (ceja de selva), donde la población vive del café y el cacao y así lo han demandado.

Estamos, de alguna manera, saldando una deuda de hace casi 500 años, y al mismo tiempo, volvemos a nuestros orígenes, a lo importante y trascendente. El que ha estado allí regresa un poco distinto, pensando en que otro mundo es posible.