Introducción

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Hoy en día, en el distrito de Vilcabamba, viven 15.000 personas, descendientes de aquellos Incas, en una extensión similar a la mitad de la provincia de Pontevedra, entre los ríos Apurimac y Urubamba (el río sagrado de los incas).

La población, muy dispersa, considerada por el gobierno del Perú como de extrema pobreza, vive con menos de un dólar al día, sin agua potable y apenas abastecimiento eléctrico.

Fuera de los núcleos más poblados, sus casas, de una sola estancia, son de adobe, con techo de paja y suelo de tierra.

Viven de lo que la tierra les da, pero la falta de recursos y la pérdida progresiva de los conocimientos ancestrales les limita a una agricultura donde fundamentalmente se cultiva la papa (patata).

Según el diagnóstico de salud escolar realizado por Labañou Solidaria, la infancia padece enfermedades infecciosas respiratorias y parásitos que les causan diarreas que aumentan su ya habitual malnutrición.